Hace poco me llamó la atención la forma que tiene Slack de mostrar al usuario lo que está ocurriendo en todo momento.
Desde informar con un favicon distinto al usual acerca de un problema de conexión, hasta mostrarte acciones que están ocurriendo en segundo plano, o su inteligente sistema de notificaciones.
Eso me hizo pensar que cualquier producto digital que lo requiera tiene que cumplir con estas tres premisas:
· Notificar en la medida que el usuario lo requiera.
· Mostrar acciones que ocurren en primer y segundo plano.
· Informar de procesos relevantes.
En definitiva las tres mantienen al usuario informado, pero no de la misma manera, ni en el mismo contexto.
Atrás quedan los tiempos en los que las notificaciones no servían de mucho.
Ahora, partiendo de unas buenas practicas, pueden ahorrar tiempo y mejorar la experiencia.
Las notificaciones interactivas son un claro ejemplo de esto. Permiten llevar a cabo una acción sin abandonar lo que estabas haciendo.
Por otro lado tenemos las acciones. Un botón pulsado, una persona escribiendo en un chat, una pestaña del navegador reproduciendo un audio, un mensaje enviado…
Todas éstas acciones están ocurriendo. Algunas forman parte del comportamiento del usuario, otras le afectan en alguna medida. Todas comparten la función de informar.
Un ejemplo claro de acciones que ocurren en asegundo plano es el que ofrece el Dock de Mac OS X, que te mantiene informado de cuando una aplicación está abierta, o cuando requiere alguna atención por tu parte.
Los procesos nos informan de lo que está ocurriendo en segundo plano. Algo que requiere un tiempo de espera. Procesos que ocurren en segundo plano pero que también nos afectan. Una búsqueda de disponibilidad en un hotel, una compra de entradas online, una carga de un determinado contenido dinámico.
Todo esto son maneras de comunicar. Dependiendo del tipo de producto que estés haciendo las usarás en mayor o menor medida. Pero una cosa está bien clara, sería un error no tenerlas en cuenta.